dilluns, 31 de maig del 2010

El circ mediàtic

Mai els mitjans de comunicació de masses han pontificat i sentenciat tant com ara. La competència entre ells és ferotge, els recursos materials limitats i la informació en temps real una obsessió del sector. Resultat: el rigor és el primer que es sacrifica. Importa més la rapidesa en publicar quelcom cridaner que la veracitat del que es diu o s’insinua.
En els darrers anys són molts els periòdics o ràdios que han desaparegut, altres, en canvi, han aparegut, però amb format diferent i altres s’han redimensionat. En aquest context de crisis del sector i de mundialització de la informació, a partir de l’eclosió d’internet, només hi ha dues opcions bàsiques per sobreviure: cridar l’atenció pels titulars, siguin certs o no, o cridar l’atenció pel rigor. Els mitjans de comunicació han de cridar l’atenció dels lectors, perquè sinó perden visibilitat, és a dir, consumidors, és a dir, anunciants, és a dir, recursos, és a dir, esperança de vida empresarial. No oblidem que són empreses privades amb accionistes, consell d’administració i conseller delegat. S’imaginen quina és l’opció que més prima?
Des de fa temps m’ha semblat observar que als mitjans de comunicació, gairebé, és més important dir-la grossa, que no pas ser rigorós.
Molts mitjans ja no investiguen, relacionen coses amb més o menys fortuna. I a més es dirigeixen pràcticament a un sector que no aixeca recel entre la ciutadania: el món de la política. Escridassar a aquell polític, o aquest altre, no està mal vist. Fins i tot agrada, genera morbo. Aixecar sospites sobre el seu comportament, també. Malauradament, dubtar dels partits polítics ha esdevingut una pràctica periodista usual. Relacionar coses, amb poc o cap rigor per acabar condemnant a un o un altre, al marge de cap altre judici o sense possibilitat de defensa, el resultat d’una pràctica periodística cada vegada més estesa. Tot plegat degrada a determinats periodistes i mitjans. Fan judicis paral·lels amb total impunitat. Cada vegada més, sembla que en aquest món tot si val. I si, a més, és contra els polítics, i en període electoral, millor que millor. El circ mediàtic posa tots els ingredients.
Des fa temps determinats mitjans venen publicant informacions malintencionades sobre la meva persona. Intenten inculpar-me, sense fonament, ni arguments objectius, ni res que si sembli. Hi ha una manca d’escrúpuls de persones interessades en airejar, sense cap rigor, temes i embrutar la meva imatge. Aixequen sospites sobre la meva figura com alcalde. Especulen sobre el meu futur de la forma més gratuïta amb raonaments, no només peregrins, sinó falsos, i manipuladors. Difama que alguna cosa quedarà, tot i que no sigui certa la difamació, és una pràctica usual en determinat periodisme. Repetir una mentida mil vegades acaba convertint-se en una “veritat” creada en la ment de molts.
El futur d’un càrrec polític, sigui alcalde o alcaldessa, o president del Estats Units, no està en mans del que diguin uns quants periodistes (molt malament aniríem si fos així), ni tampoc es pot governar a cop del que publiquen els mitjans. La responsabilitat institucional i el compromís de servei ha de ser el veritable nord que ha d’orientar les decisions responsables d’uns i d’altres. Quan llegeixo determinades afirmacions, especulacions o acusacions, no només contra mi, sinó sobre qualsevol persona pública, sense el mínim rigor professional, només per la voracitat del mitjà per mantenir-se viu, em decebo com mai. Perquè el que està en joc és quelcom més que el mitjà que l’ha dita, ésta en lloc la credibilitat genèrica dels mitjans de comunicació com a instruments al servei de la ciutadania.

divendres, 28 de maig del 2010

La fina línea del horizonte

El horizonte es una línea imaginaria que delimita lo que nuestra vista no llega a ver. Es un perfil lejano que no existe, al que nunca llegas por más que avances.

La condición humana es única en concentrar alegrías y compartir futuro y esperanzas. Somos la única especie del planeta que es consciente de su finitud, de su muerte. Ningún otro ser vivo es consciente de esta realidad finita.

La secuencia ininterrumpida de logros de nuestra especie a lo largo de la historia, no sólo nos hace mejores, sino solidarios. El ser humano se conmueve por el dolor ajeno, pero también se contagia de la alegría. En definitiva, la empatía es una característica propia. Como lo es la renovación. Todo está en movimiento, nada es estático, todo gira y todo se renueva. La termodinámica, dentro de la física, nos explica mejor que nadie los dinamismos de los sistemas físicos. La termodinámica nace para explicar los procesos de intercambio de masa y energía térmica entre sistemas térmicos diferentes.

En los equipos de fútbol, la movilidad dentro del campo, en el banquillo y en el quipo directivo es habitual. Nadie está parado, todo el mundo cumple un papel temporal. Todo cambia, el liderazgo, las personas, las tácticas... Es el intercambio de masa y energía. En política, como en otros deportes, pasa igual.

En perspectiva, nos debe contentar no sólo nuestro tránsito por este planeta, sino el reconocimiento que nos hacen nuestros semejantes por el deber cumplido, por la entrega y el respeto hacia los demás. En definitiva, por servir. Ya sea a nuestro círculo más inmediato, como la familia; o a los socios y aficionados de un equipo de fútbol por los jugadores; o los vecinos y vecinas de un municipio a los que sirve el gobierno de un municipio.

Los antiguos creían que, cuando navegaban, arribaban al fin del horizonte, abriéndose ante ellos una infinita cascada hacia el abismo. Pero sabemos que nos es así. El horizonte simboliza un fin, la esperanza, la lucha por conseguir un camino compartido, una misión al servicio de los demás. Tarde o temprano, el testigo que nos pasaron para liderar ese recorrido, lo cedemos a otros para que continúen. Así ha sido siempre y así continuará siéndolo durante los siglos de los siglos. Nada nuevo. Todo está en movimiento, es bueno que sea así y nadie debe impedir que deje de serlo.

divendres, 14 de maig del 2010

Responsabilidad política (y 2)

Decía en el artículo anterior, que la irresponsabilidad de determinados políticos, confunde a la gente, aumenta las expectativas de las promesas y dispara las frustraciones ante la imposibilidad de cumplirlas.
Ante estas evidencias, muchas veces me pregunto cuál es el modelo de sociedad que algunos políticos de este país tienen en la cabeza. Particularmente, ICV-EUiA parece que no se aclaran ni entre ellos. Unos opinan una cosa y otros otra, totalmente diferente a la primera. Miembros de esta formación, con responsabilidades políticas, dicen A aquí, B allí y C más allá. Francamente, creo que es poco serio, arbitrario y caprichoso. En definitiva, creo que sufren una gran desorientación política.
Los Reyes Magos no existen en política, señores de Iniciativa de Montcada i Reixac. Si lo que ustedes quieren es que Lafarge desaparezca, sepan ̶ y digámoslo alto y claro a todo el mundo ̶ que eso afectará a centenares de familias que perderán su trabajo, deprimirá las empresas auxiliares, así como la economía de la zona, provocará una demanda millonaria que exigirá el sector por lo arbitrario de la medida, compensaciones astronómicas por daños y perjuicios, no sólo por estar cumpliendo medidas ambientales que son de las más exigentes del mundo, sinó por afectar a un principio constitucional de libertad de empresa y de presunción de inocencia. Además de ser una ingenuidad o, simplemente una tomadura de pelo pretender que nos creamos que los supuestos terrenos liberados que se dejarán cuando desaparezca esa actividad, pasarán a ser de uso público, de hoy para mañana y sin más ni más, convirtiéndose en zona verde, y yo diría, para solaz uso de los parados y paradas de la zona, ¿no?
Con la que está cayendo en economía, muchos políticos se empeñan en hacer demagogia, lanzar a los cuatro vientos proyectos populistas e irreales que no sólo no se sostienen ni en el papel, sinó que no sostienen la credibilidad y la responsabilidad que deberían tener ellos mismos. ¡Un poco de seriedad, por favor! En definitiva, la propuesta, por llamarlo de alguna manera, es imposible de realizar , esta hecha de cara a las próximas elecciones locales y lo único que respiran es oportunismo político y un engaño deliberado a la ciudadanía. Los Reyes Magos, en el mundo de los adultos, no existen.

Responsabilidad política (1)

Hay personas que si van circulando por la carretera y ven muchos vehículos que se cruzan con el suyo en sentido inverso, que hacen ráfagas con las luces, y simultáneamente tocan el claxon, piensan que se han vuelto locos, sin darse cuenta que son ellos los que van en sentido contrario en una autopista, y los demás conductores los que intentan alertarle. Esto es lo que parece que le está pasado a ICV-EUiA en Montcada i Reixac con muchos temas de ciudad y en particular con el tema de la cementera.
¿Puede alguien con un mínimo de responsabilidad política proponer lo contrario de lo que sugiere el sentido común? ¿Puede alguien solicitar el cierre de una actividad empresarial por capricho político, despreocupándose de los trabajadores y trabajadores? ¿Puede alguien pretender saltarse a la torera, las leyes, las reglamentaciones, los derechos de las personas físicas o jurídicas a seguir trabajando, por oportunidad política y electoral?
Yo no soy quién para responder lo que es evidente, pero en política la responsabilidad ha de ser la primera virtud de la oportunidad.
La responsabilidad institucional y política no se manifiesta sólo en los actos protocolarios, o en la liturgia parlamentaria, sinó cuando hay que posicionarse con sensatez, sentido común y acierto.
Cuando los de ICV-EUiA piden que se cierre la fábrica y que se traslade Lafarge Cementos fuera del municipio, parece traerles sin cuidado las licencias preceptivas que tienen, o las repercusiones que sobre el mercado de trabajo llegará a tener una decisión así. Que se pierdan puestos de trabajo, parece importarles bien poco; que las empresas auxiliares empiecen a aplicar reducciones de plantilla por la falta de actividad económica, parece importarles bien poco; que la actividad económica y laboral se resienta, parece importarles bien poco.
La propuesta del grupo de ICV-EUiA es tan ilusoria, como imposible de llevar a la práctica. Es irreal por la envergadura de la propuesta que hace imposible ser sufragada en condiciones normales mediante una operación urbanística. Es irreal por la falta de potencial económico de los actuales terrenos de Lafarge, de cara a la transformación que se plantea: proponen el traslado de la fabrica a unos suelos idóneos que permitan generar los recursos suficientes, para adquirir el solar de destino de la actividad, el desmantelamiento de la planta, la construcción de una planta nueva y, además, generar las plusvalías de retorno a la ciudadanía. La única transformación que pudiese llegar a generar un rendimiento económico significativo sería pasar los usos industriales (163.190 m2) a residenciales (imposible en la actual crisis económica). No obstante, la actual situación de la fábrica y la inexistente comunicación con el suelo urbano, así como su proximidad al Turò (incluido en el PEIN Collserola) desaconseja implanta un suelo residencial, siendo lo lógico que fuese un espacio libre y de carácter público. Esto seria lo único que tendría cabida en el caso hipotético del traslado. También se plantea la constitución de un consorcio urbanístico. Para ello se ha de contar con la voluntad de todas las partes que participen, sin imposiciones. Del todo imposible, sobre todo si recordamos que la empresa ha manifestado, por activa y por pasiva, su negativa al traslado. Por otro lado, ¿Incasol estaría dispuesta a proponer unos terrenos alternativos?, ¿Seria legal la cesión de unos terrenos de su propiedad, es decir públicos para uso privado? Si es sí, ¿cómo se justificaría? Además en todo esto, ¿dónde aparece la participación de los trabajadores en toda esta propuesta?

dimecres, 5 de maig del 2010

El PP y Plataforma x Catalunya hablan de lo mismo (y 2)


Decía en el anterior artículo que los partidos de derecha quieren hacer de la inmigración su caballo de Troya en las próximas elecciones. Si prospera esa táctica todo ello puede afectar negativamente a los importantes esfuerzos que están llevando a cabo en infinidad de municipios de Catalunya y de España por la convivencia, apostando por políticas efectivas de inmigración, solidaridad y cooperación entre culturas. Sabemos que la confianza es muy volátil. Cuesta mucho afianzarla, pero a la primera de cambio, se pierde. Muchos de los partidos que atizan ese miedo atávico quieren que esa confianza que tanto nos está costando conseguir se rompa.
El PP está llevando a cabo toda una campaña consistente en que los Plenos municipales aprueben su propuesta: que los Ayuntamientos incriminen y delaten a los inmigrantes que se encuentren en situación irregular. En definitiva que seamos los chivatos, los delatores. Evito reproducir la actitud torticera de determinados concejales y concejalas de la oposición cuando en el Pleno municipal del Ayuntamiento de Montcada i Reixac defendían ese planteamiento.
Comparto con la directora general de Integración de los Inmigrantes del Ministerio de Trabajo e Inmigración, Estrella Rodríguez, que la sociedad española ha sido muy receptiva al fenómeno migratorio y la mayoría de los ayuntamientos están haciendo un importante trabajo para favorecer la integración, pero es un proceso largo y complejo y la obligación de los responsables políticos es acompañarlo, invertir en él y poner las condiciones para que transcurra con normalidad.
A pesar que los partidos de derechas se oponen a ello, debemos seguir trabajando para vertebran bien nuestras sociedades. Evitar la demagogia en el tema de la inmigración y desear que los discursos xenófobos calen lo menos posibles, porque los perjudicados no son solo los inmigrantes, sino todos nosotros y nuestro propio sistema de convivencia.
Como indicaba recientemente el portavoz municipal del PSC Carlos Guijarro en el Pleno municipal del Ayuntamiento de Montcada i Reixac, el PP hace de la inmigración, política; y de lo que se trata es hacer políticas de inmigración. Los del PP tienen, además, muy mala memoria porque cuando Mariano Rajoy era Ministro de Administraciones Públicas con Aznar, afirmó que en el padrón municipal deben estar dadas de alta las personas que habitan en el municipio, sean nacionales o extranjeras y estén regularizadas o no. Otro diputado del PP, éste en el Parlament de Catalunya, como fue Francesc Vendrell, también indicó que los políticos que hacen populismo en temas tan serios como la inmigración deberían dedicarse a otra cosa. Qué hipocresía, ¿verdad?
La inmigración no se puede utilizar de forma electoralista, hacerlo es irresponsable, letal para la convivencia y no sólo no soluciona nada, sinó que contribuye a empeorar las cosas. Una verdadera irresponsabilidad.

El PP y Plataforma x Catalunya hablan de lo mismo (1)

El Partido Popular y la xenófoba Plataforma x Catalunya comparten temario electoral: la inmigración. Ambos partidos están haciendo de la inmigración uno de los ejes centrales de su campaña.
El PSC, IC-V, ERC i CiU han acordado no hacer un uso demagógico de la inmigración. Han invitado al resto de partidos a sumarse a este pacto, pero ni el PP ni Plataforma x Catalunya lo han aceptado.
Atizar el fantasma que el inmigrante resta bienestar al nativo, que satura los servicios públicos y que no comparte, o desprecia, la cultura común es uno de los objetivos de muchos de estos partidos. Saben o creen saber que un xenófobo es un voto para esas formaciones.
Es lamentable el uso electoral que determinados partidos hacen de determinadas personas o colectivos, vivan como vivan, nazcan donde hayan nacido, y sean del color que sean sus hijos e hijas.
La crisis, el paro y la precariedad castigan a unos y a otros, y provoca un caldo de cultivo adverso para la convivencia común. Cuando las dificultades económicas entran en casa, la comprensión y el entendimiento entre vecinos y entre generaciones tiende a resentirse.
Lo que pretenden hacer los partidos que comparten este tema electoral es hacer el máximo ruido posible. Que se hable de ello. Arbiol y el PP de Badalona lo está haciendo y no cejarán, por mucho que diga o no diga la dirección del PP. Anglada con su Plataforma x Catalunya vienen haciéndolo des de siempre.
Los partidos que hacen de la inmigración su arma electoral manipulan como nadie, intentan hurgar en lo más hondo de nuestros sentimientos, para beneficio propio.
El paro dispara el miedo y hay políticos que lo alimentan con mensajes racistas que dan réditos en las urnas. Todo ello despierta las más bajas pasiones en los cinturones metropolitanos de las grandes ciudades, zonas doblemente castigadas por la crisis y donde se concentra la nueva población inmigrante.
Desafortunadamente este tipo de mensaje xenófobo cala en una parte de la población, la más vulnerable. Siempre han sido los depredadores los más interesados en que haya carnaza en el camino de donde alimentarse. Los partidos xenófobos, con careta o sin ella, los verdaderos aprovechados de ese espectáculo.