dijous, 25 de juny del 2009

1er aniversari de l’Espai Cultural Kursaal

El 24 de juny del passat any inauguràvem un dels equipaments més esperats per Montcada i Reixac, i, particularment, pel barri de Can Sant Joan: l’Espai Cultural Kursaal. Aquest primer any de vida convida a una reflexió, a un balanç. Estructuraré les meves idees al voltant de dos grans eixos. L’equipament i el contingut de les seves ofertes culturals. Pel que fa a l’equipament, Montcada i Reixac va apostar fermament per recuperar per al barri, per al municipi, un espai que havia quedat en desús, l’antic cinema Kursaal de Can Sant Joan. Després d’anys d’abandó i d’inactivitat, des de l’Ajuntament vam arribar a un bon acord de compravenda amb els antics propietaris. El segon pas era la construcció de l’edifici. L’edificació de tot l’equipament no va representar cap despesa a l’Ajuntament degut a una acord de permuta amb la constructora per un espai al costat de l’antic mercat municipal. Francament, va ser un acord molt beneficiós per tot el municipi. Fruit d’aquella operació, l’Ajuntament va guanyar per al barri un centre d’activitats modern i adaptat a les necessitats dels veïns i de les veïnes. Tot plegat va permetre també millorar l’antic ambulatori del barri i remodelar-lo totalment. El nou equipament compleix una funció clau en la xarxa d’equipaments municipals: ser una nova peça en l’estructura renovada d’equipaments públics. L’edifici, com sabeu els que l’heu visitat, té una característica multifuncional. Per una banda, ofereix una sala d’exposicions i un teatre, a la vegada que sala de projeccions, a la planta baixa, més diferents sales a disposició de les entitats del municipi i dependències municipals de Serveis Socials. Vam dissenyar l’edifici amb l’objectiu d’integrar usos diferents i vertebrar els usuaris i els usos dels temps per maximitzar l’eficiència pel que fa al seu manteniment i potencialitat.
Respecte al segon gran eix del que voldria parlar, l’oferta que ha projectat el Kursaal en aquest any de vida, la meva valoració no pot ser sinó molt positiva. En un any l’Espai Cultural Kursaal ha organitzat tot un seguit d’exposicions d’artistes locals. A la sala del teatre tenim una programació estable de teatre molt completa. També l’equipament ofereix cursos de tot tipus, i activitats familiars i adreçades als més petits. A la vegada la sala gran s’ha fet servir per projectar pel·lícules. Aquesta sala també ha estat utilitzada pel món associatiu. Per exemple, s’hi han celebrat diferents trobades organitzades per la plataforma contra la incineració de llots a Lafarge. L’Ajuntament ha posat a disposició de tothom aquest equipament emblemàtic. El Kursaal també ha acollit diferents esdeveniments esportius internacionals. L’Open Internacional d’Escacs organitzat amb l’Ajuntament per la Unió d’Escacs Montcada és un esdeveniment de màxima projecció nacional i internacional. Enguany el Kursaal tornarà a ser l’escenari del certamen, que arriba a la dissetena edició, entre el 25 de juny i el 3 de juliol.
En definitiva, l’Espai Cultural Kursaal ha fet un any de vida ple d’activitats i dinamisme, oferint a tota la ciutadania de Montcada i Reixac, i, particularment, al barri de Can Sant Joan, una oferta d’activitats molt plural i variada adreçada a tots els públics, en un dels equipaments municipals més moderns del municipi. Com a Alcalde de la ciutat, i com un ciutadà més, vull celebrar amb tots els veïns i veïnes aquest aniversari. Seguirem apostant per aquest equipament amb ganes i il·lusions renovades, tal i com ho hem fet fins ara.

divendres, 19 de juny del 2009

Izquierda y nacionalismo (y III)

En el artículo anterior hacia unas referencias sobre la izquierda y el nacionalismo y las dificultades que tradicionalmente han tenido para defender causas comunes. Después de episodios trágicos, como la guerra civil y el ostracismo de la dictadura del general Franco, la Constitución de 1978 compuso como pudo la pluralidad del estado español, permitiendo más juego político y la protección de los nacionalismos identitarios. Vascos, catalanes, gallegos, y después andaluces, alzaron la bandera y reclamaron un protagonismo político sin precedentes hasta el momento. Aún así, el nacionalismo y la izquierda han casado mal en los últimos años en España. La pregunta es ¿cómo es si compartiendo espacios políticos comunes, como es la oposición frente al nacionalismo centralista y defensa de las minorías, las relaciones entre izquierda y nacionalismo no ha sido buena? Bajo mi punto de vista la izquierda, en particular el socialismo democrático, ha ido con el paso cambiado cuando tenía que comprender las demandas nacionalistas y no ha sabido enfrentarse a ella, y ser una alternativa creíble, sin llegar a criminalizarla. A la vez el nacionalismo civilizado, siempre ha desconfiado de la izquierda, y de sus verdaderas intenciones. Sus gestos han tendido a interpretarse de forma negativa por los nacionalistas, bajo el modelo anexionista o integracionista de sus demandas.
En cierta manera, unos han sido desconfiados y torpes en los análisis, y otros torpes y desconfiados en sus apreciaciones. Los ejemplos los hemos tenido en el País Vasco y Cataluña. Tanto el PSE como el PSC han tenido verdaderos problemas tácticos de ser una alternativa a los gobiernos del PNV i CIU, y menos de pactar con ellos. El sorpaso sólo se ha producido recientemente como resultado de un desgaste de las opciones nacionalista más la suma de fuerzas políticas alternativas. Ello ha permito la alternancia en los gobierno de Vitoria y Barcelona, con un Lehendakari y un President de la Generalitat de padres no vascos ni catalanes. En el siglo XXI el escenario ha cambiado radicalmente. Las fronteras han dejado de existir, la movilidad de factores ha crecido exponencialmente, la internacionalización de la economía y de la cultura occidental se ha expandido de forma contundente y, sin embargo, las identidades siguen siendo poderosas y activan estados de opinión. En situación de crisis la gente abraza aquello que le hace sentirse seguro, que le da identidad, que le hace sentirse diferente y protegido frente a lo desconocido.
Se ha manifestado extensamente que el mercado, por si sólo nos lleva a todos al abismo. Es precio recuperar la ética de la responsabilidad y la regulación del bien común a través de intervenciones que regulen los mercados y protejan a los más vulnerables. La izquierda democrática aquí tiene un gran trecho a recorrer. El nacionalismo civilizado también. En este gran mundo las personas nos acogemos a lo que nos da sentido, aquello que defiende nuestra identidad e intenta preservarla y transmitirla a las nuevas generaciones. En definitiva yo creo que hay campos comunes entre las izquierdas y los nacionalismos no excluyentes, pero pocos son los que se atreven a compartirlos, y cuando se hace son por motivos electorales y tácticos. Las economías de escala no siempre son operativas en la política. A la vez creo que debemos también provocar una cierta reformulación del léxico político. A veces me da la sensación que la palabra nacionalista está encorado al verbo nación y conservar y su proyección tiene una cierta carga negativa. El palabra izquierda, para determinar esta corriente ideológica, también parece, si me lo permitís, un poco antigua, quizá deberíamos ir acuñado lo de neoprogresista como hicieron hace años los neoconservadores. El nacionalismo no excluyente y, si me lo permitís civilizado, y la izquierda, llámese neoprogresista, o como sea, deben contribuir a superar la vieja caricatura interesada que desde la derecha nos ha colocado para dejarnos siempre mal parados, tildándonos de izquierda trasnochada y rancia o nacionalista insolidarios y rupturistas.
Creo que los valores de la izquierda y del nacionalismo civilizado deben luchar tanto por una economía sostenible, como por una sociedad sostenible. Hay muchos tópicos que debemos romper. No es verdad que la derecha gestione mejor la economía que la izquierda o que los nacionalistas, ni tampoco es cierto que los nacionalistas o la izquierda sólo piensen en el corto plazo y en los intereses románticos, etéreos y utópicos.
La gestión de los intereses, la misma esencia de la política, nos obliga a todos a redefinir y redimensionar con ojos del siglo XXI los nuevos retos. Izquierda y nacionalismo comparten campos comunes y un camino que recorrer juntos o en paralelo, y siempre mirando al futuro.

Izquierda y nacionalismo (II)

En el artículo anterior recogí las aportaciones de José Luís Úriz y Patxi Zabaleta sobre la izquierda y el nacionalismo. En éste quiero hacer una reflexión personal sobre el tema. Antes de nada, he de decir que, como socialista, soy poco nacionalista, pero, en cambio, bastante patriota de la tierra que me acoge, y totalmente de la que procedo. Estoy bien donde trabajo y respeto la gente que me respeta, pero ante todo me considero vasco y defensor de la cultura, tradiciones entiendo perfectamente el concepto de país, tanto en Cataluña como en Euzkadi. En cierta manera soy patriota de las personas, no de los territorios. De los colectivos, no de las esencias. De todos aquellos que comparten con sentido común la vida en sociedad. Aclaro que no soy nacionalista pero tolero la gente que lo es, y lo entiendo. Creo que, como casi en todo, la ratio de nacionalismo, como de izquierdismo, es buena si no es excesiva. Como he explicado en alguna ocasión, Para mí el nacionalismo es como la quinina de la tónica, en pequeñas dosis nos activa, nos empuja, nos satisface y nos da una cierta identidad, pero en dosis altas puede acabar nublándote la vista y, envenenándote sin darte cuenta. Resulta tóxica. Con la izquierda pasa algo parecido, en dosis altas mata. Mirar sino, los antiguos comunismos. La izquierda ha sido desde sus orígenes internacionalista y siempre ha alertado que las disputas nacionalistas perjudican sobre todo a las clases populares, carne de cañón de los conflictos y los eslabones más débiles de las estructuras económicas. Son célebres las citas de los grandes teóricos e la izquierda marxista y no marxista sobre lo pernicioso de las identidades patrias. Sin embargo una fuerza arrolladora comenzó su camino en el siglo XIX y principios del XX y no ha dejado de crece: los nacionalismos identitarios. Su aparición fue la respuesta a los Estados centralistas y nacionales que imponían su criterio cultural y lingüístico de forma impositiva y homogénea. La historia del siglo XIX y XX está plagada de lamentables episodios de nacionalismos enfrentados que han puesto al borde del abismo a media humanidad. Pero también de episodios nacionalistas que han reclamado su derecho a la existencia en igualdad de condiciones, como una manifestación cultural de la infinita pluralidad humana. La biodiversidad, que todo el mundo se apresura a proteger, encuentra su, idéntico contrapunto en la infinita diversidad cultural o lingüística de la propia humanidad. Nuestra historia reciente ha estado muy marcada por capítulos donde las exigencias de unos y las imposiciones de otros han acabado siempre mal. Las reclamaciones vascas o catalanas en los años treinta con una II República débil, en un contexto europeo inestable, movilizó fuerzas reaccionarias que pusieron al nacionalismo periférico entre la espada y la pared, y a los republicanos también. La radicalización interesada de unos y otros confluyó en un enfrentamiento traumático, y sembró de mártires la causa de uno y otros.Yo creo que en la época actual la izquierda civilizada y el nacionalismo civilizado tenemos delante de nosotros un contexto, no particularmente adverso. Por un lado, se constata que las personas requieren sentirse partícipes de algo más que de un gran mercado, que las personas no son solo consumidoras, sino ciudadanos con características comunes culturales, culinarias, lingüísticas, o musicales por poner un ejemplo. Y que esto les confiere identidad. Por otro lado, los valores de la izquierda siguen teniendo máxima validez: proteger a los más débiles, que la religión no intervenga en la política, la defensa activa de las minorías, la aceptación de nuevas formas de familia, otorgar un papel importante al Estado en educación, sanidad, seguridad o dinamización económica son principios ampliamente compartidos.

Izquierda y nacionalismo (I)

En el marco de los actos de celebración del 30 aniversario de los ayuntamientos democráticos, el Ayuntamiento de Montcada i Reixac organizó una mesa redonda para hablar sobre izquierda y nacionalismo. Para la ocasión contamos con dos de las figuras más destacadas del panorama español: José Luís Úriz: regidor de Villava (Navarra) y exparlamentario del Partido Socialista de Navarra. Exmiembro de la Ejecutiva Federal del PSOE y viejo luchador por las libertades democráticas con altas responsabilidades políticas y sindicalistas desde los últimos años. Junto a él nos acompañó Patxi Zabaleta. Navarro de origen, abogado y político curtido en muchas batallas. Nacionalista e independentista vasco, es miembro fundador y ex dirigente de la coalición de izquierda abertzale Herri Batasuna, y desde 2001 máximo dirigente del partido político Aralar, integrado en Navarra desde 2004, en la coalición Nafarroa Bai.
Fue una verdadera satisfacción compartir con ellos y el público que asistió al acto las aportaciones de uno y de otro. José Luís Úriz abrió el debate constatando que el nacionalismo y la izquierda son dos orillas de un río que los une. Insistió que el único tema pendiente que queda por resolver en España es la violencia de ETA y que más que nunca es necesario construir puentes de diálogo y generar foros de encuentro dentro y fuera del país Vasco. Manifestó su agradecimiento a la iniciativa del Ayuntamiento de Montcada i Reixac por celebrar un encuentro de estas características. En su turno, Patxi Zabaleta hizo una presentación de su perspectiva política haciendo referencia a que la transversalidad es uno del los elementos necesarios para generar políticas públicas de largo alcance. En Catalunya hay ejemplos de esa transversalidad con el tripartito desde 2003. En el País Vasco también desde el 1 de marzo de 2009. Aún así la diferencia entre Catalunya y el País Vasco es lo que el denominó frentismo. El Partido Popular en el País Vasco es frentista. Es decir, a la menos de cambio se enrroca en posiciones de enfrentamiento y defensa a ultranza, sin considerar otras opciones que las suyas. Mereció especial interés las aportaciones de Zabaleta cuando se refirió a que, electoralmente, en el País Vasco y en Navarra, pero también en otros sitios de España existen dos grandes bloques ideológicos: el centro derecha y la izquierda plural. La disciplina y organización que tiene el centro derecha resulta muy práctica y, tácticamente, muy rentable. La izquierda plural tiene más dificultades para aglutinar intereses comunes. Patxi Zabaleta consideró que es imprescindible recuperar la paz y la normalidad en un estado de derecho, y que es intolerable la ilegalización de partidos políticos, o las jurisdicciones excepcionales, haciendo una referencia indirecta a la Audiencia Nacional.
Tanto uno otro coincidieron en la necesidad de que la izquierda y el nacionalismo civilizado converjan en espacios comunes, establezcan foros de debate e intercambio y construyan puentes de diálogo. Hay más cosas que nos unen que nos separan y las debemos estimular y compartir.

dilluns, 15 de juny del 2009

Un hospital en Montcada i Reixac

Cada día queda menos para que los vecinos y vecinas de Montcada i Reixac tengan un nuevo hospital de referencia cerca de casa. El pasado 12 de junio la mancomunidad de municipios de Montcada i Reixac, Ripollet y Cerdanyola, más Barberà del Vallès, hicimos pública, junto con la consellera de Salud de la Generalitat de Catalunya, Marina Geli, el proyecto ganador del concurso de ideas para la construcción del futuro Hospital Ernest Lluch. El proyecto Llum, paisatge i salut (Luz, paisaje y salud) –de la Unión Temporal de Empresas formada por b720 Arquitectura, Benítez Arquitectos y Pm-Mt Arquitectura–, es el ganador del concurso de ideas. De los proyectos finalistas, Llum, paisatge i salut ha sido el que ha recibido las valoraciones más positivas del equipo técnico evaluador. También hay que destacar que los cinco proyectos finalistas se han podido consultar a través de la página web del ayuntamiento, donde el más visitado por los internautas ha sido, precisamente, el ganador del concurso. Este proyecto triplicó en visitas al segundo finalista, por lo que, en cierta manera, el interés de los internautas ha coincidido con las valoraciones técnicas.
La noticia de este futuro hospital tiene tal trascendencia que me gustaría hacer unas breves reflexiones al respecto. Particularmente quiero destacar tres: la concreción del propio hospital, el promotor del proyecto y el compromiso del gobierno de la Generalitat para ampliar la red de hospitales, con el objetivo de ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía.
Sin duda este nuevo hospital obedece a una necesidad ciudadana largamente reclamada, y avalada por alcaldes y alcaldesas de los alrededores. Los municipios del sur de la comarca del Vallès Occidental, tenemos ciertas dificultades de acceso rápido a la sanidad pública hospitalaria. Estamos entre el Parc Taulí de Sabadell, bastante lejos y saturado, y el Hospital de la Vall d’Hebrón que da servicios fundamentalmente a la ciudad de Barcelona, ya muy congestionado. Estas limitaciones, obligaban a construir un hospital comarcal que diese servicios a una población que se había multiplicado casi por dos en los últimos veinte años. Quiero también destacar que la idea promotora de este hospital ha partido de una figura muy adecuada: la mancomunidad de municipios. Ripollet, Cerdanyola i Montcada i Reixac, más Barberà del Vallès, planteamos conjuntamente dinamizar un proyecto que contemplase la construcción de este hospital. Los resultados están a la vista. Particularmente, Montcada i Reixac ofreció gran parte de los terrenos donde se ubicará el hospital Ernest Lluch. Los antiguos terrenos de la empresa REDOSA, en el límite con Ripollet, serán donde se asiente este complejo sanitario. Montcada i Reixac ha puesto a disposición del proyecto los terrenos, con el compromiso de ordenar urbanísticamente esta zona y conectarla con el resto de la trama urbana. El tercer punto que querría destacar es la colaboración del Departament de Sanitat de la Generalitat de Catalunya y su compromiso de dotar al sur de la comarca de un hospital. Quiero hacer este reconocimiento a la Generalitat de Catalunya porque, en los tiempos que corren, con un fuerte recorte económico en las inversiones, los servicios a las personas siguen siendo el símbolo distintivo del gobierno del President Montilla.
Este gran equipamiento, que dará servicio a 190.000 personas, marcará un antes y un después para los usuarios y usuarias de la sanidad pública. La primera piedra la pondremos en el 2010 y el hospital dispondrá de 190 camas para pacientes agudos y 60 para pacientes de media estancia, cinco quirófanos convencionales y dos para cirugía mayor ambulatoria, tres salas de parto, área de consultas externas de todas las especialidades con 49 consultorios y 21 gabinetes de exploración, 32 plazas de hospital de día, una área de hemodiálisis para 15 personas, área de diagnosis por la imagen (resonancia magnética y escáner), área de rehabilitación y área de urgencias con médicos de medicina interna, pediatría, cirugía, traumatología y obstetricia. En definitiva, todos los servicios sanitarios que requieren los municipios del entorno. El proyecto ganador ha puesto un especial énfasis en la recuperación paisajística y la potenciación de la luz natural del entorno. Su diseño persigue potenciar los valores naturales del medio, garantizando el máximo confort de los usuarios con zonas bien iluminadas, buenas vistas y protección acústica de las fuentes de ruido externas.
El proyecte del hospital no sólo se puede consultar en la página web municipal https://195.77.248.223/exchweb/bin/redir.asp?URL=http://www.montcada.cat/, sino también se podrán ver imágenes virtuales en la primera planta del ayuntamiento de Montcada i Reixac (Av. de la Unitat, 6), desde el 22 de junio, hasta al día 26, y desde el 30 de junio, hasta el 19 de julio a la Sala de Exposicions de la Casa de la Vila (calle Major 32). Me gustaría animar a todos los vecinos y vecinas a que conozcan este importante proyecto sanitario que comenzará a tomar forma a partir de 2010.