dijous, 27 de gener del 2011

¡O avanzamos juntos o no avanzaremos! (1)

La frase que encabeza esta reflexión, extraída de un reciente discurso de Obama, espoleando a los norteamericanos en la lucha contra la crisis, es perfectamente exportable a la situación actual del PSC. Nos encontramos en un contexto de cambio y debemos contribuir positivamente a él y hacerlo conjuntamente. En estos momentos hay un debate abierto sobre determinados candidatos y candidatas socialistas para las elecciones municipales y la competencia interna que se ha generado para liderar las listas del PSC en Barcelona, pero también en Sant Cugat o Sant Esteve Sesrovires.
Yo creo que el recurso a las primarias es una asignatura pendiente en países que, como Francia, Italia o España, tradicionalmente han recurrido poco a este instrumento participativo. En cambio, otros sistemas políticos similares al nuestro las llevan a cabo con naturalidad. Soy de los que opinan que nunca hay que tener miedo de la sana competencia. Es sabido de todos que, muy frecuentemente, las primarias incomodan más al que ya está mandando, que al que pretende hacerlo, más a la dirección del partido, que a sus bases, y más a los que anteponen el interés personal al colectivo. Dicho esto, es razonable pensar que no siempre las primarias son necesarias, ni convenientes. Sólo lo son cuando se dan las tres condiciones: que haya serias dudas sobre liderazgos, cuando el contexto electoral lo sugiere y cuando no es un capricho del primero que se le antoja.
Centrándome en el caso de las primarias en la ciudad de Barcelona, es evidente que hay voces interesadas que intentan agriar el debate y enfrentar candidatos, además de erosionar al PSC y desacreditarlo como opción seria y contrastada de gobierno. Hereu ha sido, y continúa siendo, un excelente alcalde. Montse Tura ha sido, y continúa siendo, una incansable trabajadora, excelente consejera en diferentes gobiernos de la Generalitat y veterana alcaldesa. Los dos candidatos tienen un gran reto, contrastar ideas y proyectos, huir de la tentación a la descalificación y el descrédito y hacerlo de forma impecable y transparente. Porque lo que hay en juego no es si Tura es mejor que Hereu o al revés, sino quien de los dos es más capaz de parar el tsunami electoral de la derecha. De lo que se trata es de evitar que caiga una pieza más del estado de bienestar que tantos años nos ha costado conseguir, un modelo de ciudad pensado para las personas, no para el mercado, basado en valores humanos y que tutela a los más débiles, a los más desfavorecidos. También debemos sobreponernos al derrotismo que muchos intentan inocularnos.
Pero, por encima de todo, hay que pensar no en el día 19 de febrero, que será el sábado que se celebrarán las primarias en Barcelona, sino, en el 20, en el día siguiente. En el día después, porque a partir de ese día, sea cual sea la persona que asuma la responsabilidad, todos debemos trabajar juntos para conseguir una nueva victoria socialista en Barcelona y en aquellos municipios donde los socialistas también organicen primarias.
Como decía Obama, no hay opción: o avanzamos juntos o no avanzaremos. ¡Sabemos hacerlo, podemos hacerlo y lo vamos a hacer!