divendres, 17 de desembre del 2010

Montcada y la bici

No hay duda que cada vez se ven más bicicletas en nuestras ciudades. Su aceptación como medio de transporte real y serio ha aumentado ostensiblemente y, desde hace tiempo, se está haciendo una apuesta por potenciar la bicicleta. Utilizar la bici es una manera alternativa de desplazarse, ayuda a mantenerse en forma, es ecológica y barata.
La bicicleta, a parte del uso, fundamentalmente recreativo o de ocio, puede concebirse también como un medio de transporte sostenible y ecológico, alternativo. Ir al trabajo, a estudiar o a comprar, además de visitar amigos o parientes puede hacerse también en bici. Soy de los que opinan que debemos incorporar paulatinamente la cultura de la bici en nuestras ciudades.
La bicicleta es futuro. Todas las ciudades modernas y metropolitanas apuestan por el uso de la bici. Montcada también. Cuando hace unos años, desde el ayuntamiento de Montcada i Reixac, nos propusimos impulsar el uso ciudadano de la bicicleta, y crear lo que llamamos xarxa ciclable, no sólo pretendíamos facilitar y ampliar la movilidad en nuestra ciudad de los usuarios de la bicicleta, sino, sobre todo, hacer una apuesta decidida de futuro: promover de forma seria y rigurosa su uso en Montcada. Mal que les pese a muchos, en cierta medida, en las ciudades densas y metropolitanas, como es el área de Barcelona, sobran vehículos y faltan bicicletas y más transporte público.
En los últimos años hemos avanzado en la movilidad sostenible. Personalmente, me siento satisfecho y orgulloso de haber contribuido a esta apuesta, pero todavía queda mucho por hacer. En esta nueva realidad ciudadana que se presenta, la cohabitación entre el coche y la bici es inevitable, cuestión que provoca ciertas disfunciones. Es aquí donde debemos actuar para ajustar y reajustar las redes viarias y las medidas necesarias que favorezcan la movilidad ciudadana. Me consta que en determinadas zonas y en algún polígono industrial de Montcada han aparecido algunas opiniones contrarias al diseño y al trazado de los carriles bicis, por su afectación en algunas paradas de autobús y porque se estrechan algunos viales de peatones. Sé que la regidoria de Medi Ambient está trabajando, junto con técnicos de Transports Metropolitans de Barcelona, para solucionar esas disfunciones. El impacto de esta nueva realidad debe ser lo más positivo para todos, y no peor de como estaba antes.
El Pla Estratègic de la Bici de Montcada ha sido un instrumento clave al servicio de este objetivo. En estos días ha concluido el periodo de exposición pública al que ha estado expuesto todo el proyecto de xarxa ciclable de la ciudad. Se han sondeado las opiniones de todos los que han querido participar en su mejora. Una vez cerrado el proceso participativo, y con las diferentes aportaciones ciudadanas, se presentará al Pleno municipal para ser ratificado posteriormente. La regidora de Medi Ambient, Eva Gonzalo, impulsora y promotora del proyecto, ha realizado un importante trabajo que todos valoramos positivamente.
Desde aquí quiero también trasmitir mi agradecimiento a todas las entidades que, como Montcada en bici o el Club Ciclista Montcada, nos han dado siempre su apoyo. También a muchos vecinos y amigos amantes de la bici, entre ellos al entrañable Miquel Poblet y a Andrés Julián.
Como decía, queda mucho por hacer. Los siete quilómetros previstos de la xarxa ciclable de Montcada no deben quedarse ahí. Gradualmente, deben ir ampliándose. El objetivo fundamental es que, de forma progresiva, se pueda circular por la ciudad de manera segura y sostenible a través de una red de carriles bicis que conecten el máximo de la trama urbana.
Esta apuesta estratégica de movilidad sostenible no es un capricho idealista hippy o romántico de unos cuantos, sino una apuesta decidida de futuro que persigue pacificar el tránsito y humanizar nuestro entorno, tal y como están haciendo muchas ciudades europeas.