divendres, 12 de novembre del 2010

El 28-N, un reto para todos los socialistas

El gran enemigo de la democracia es el desánimo, el hastío y la indiferencia. Cuando ésta se impone, y cubre con su densa atmósfera todos los rincones de la sociedad, la desmoralización se dispara y la participación electoral se deprime como nunca. En ese escenario los que realmente pierden son los más débiles: las clases menos favorecidas, los jóvenes, desempleados, las mujeres y todos aquellos más vulnerables a los embates de la crisis económica y a las recetas de la derecha. Lo estamos viendo en Francia, con las revueltas sociales contra Sarkozy, en Italia con el trato chulesco y repugnante que da Berlusconi a la mujer y, recientemente, en Reino Unido con las movilizaciones de los estudiantes contra la política de derechas de Cameron.
Los gobiernos de derechas sólo escuchan al oráculo del mercado y le rinden servidumbre y pleitesía, los de izquierdas oyen a la sociedad en su conjunto, piensan y actúan para ella. Ésta es la gran diferencia entre unos y otros.
Entre todos debemos contribuir para superar el desánimo que la crisis económica está provocando, particularmente, entre los más débiles –los fuertes no se desaniman con lo que tienen–. Los socialistas y las socialistas, tal y como insiste el President Montilla, debemos seguir avanzando en la construcción de una Catalunya más próspera, más justa y enfocada a un futuro de progreso y armonía.
La derecha que encabeza Mas o el PP se aprovecha del desánimo de los tiempos que corren para atizar y alimentar el descontento y la desmoralización, culpabilizando de todos los males a las políticas progresistas. La derecha es muy clara. No se esconde. Canaliza electoralmente el miedo de la gente ante la incertidumbre económica actual; unos, haciendo gala de un españolismo mitificado, irreal y caduco; y otros mirando al pasado de un país pequeño, tímido y encerrado en sí mismo. Si la derecha vuelve a gobernar se resentirá como nunca nuestro ya modesto estado de bienestar, provocando una gran fractura social y política.
Todos los socialistas y las socialistas, con una actitud desacomplejada, convencida e ilusionada, y rindiendo cuentas de la acción de gobierno, debemos desempeñar un papel activo en la campaña electoral al Parlament de Catalunya. El futuro de Catalunya requiere la participación y el compromiso de todo el mundo. Todo el mundo debe participar. El verdadero enemigo es el desánimo y su derivada la abstención. Tenemos que luchar contra ello.
Ni de dretes, ni independentistes. President Montilla.