Las dinámicas políticas están llegando a un punto donde la reflexión, el debate y el contraste civilizado de opiniones se acaban convirtiendo en un recuerdo mitificado, difuso y lejano. Ahora lo que se lleva es llamar la atención a cualquier precio. Gritar más que el otro, acusar mejor que el adversario, gesticular más que nadie.
Relacionado con mi voluntad decidida de dejar el acta de regidor para facilitar un relevo generacional en la dirección del ayuntamiento, hay mucho estilo Belén Esteban que, sin pudor ni miramiento, despotrica contra mí por esto, por aquello y por lo de más allá. Del Partido Popular sorprende poco su estilo barriobajero, porque han aprendido mucho y rápido. Posiblemente los del PP quieran pasar página con una cortina de humo de los centenares de sumarios abiertos contra cargos del PP que han estado encausados, incriminados y condenados a cárcel o inhabilitados. Bárcernas, Gürtel, El bigotes, los trajes de Camps, los bolsos de Rita Barberá, las comisiones, el caso Andratx en las Baleares, etc. etc. Creo firmemente que a la portavoz del PP en Montcada i Reixac le interesa bien poco
Tampoco sorprende, aunque decepciona, el estilo Belén Esteban del portavoz de ICV en Montcada, en todo el tema de mi renuncia. Al igual que la regidora del PP, él tampoco sabe qué es
Soy consciente que la oposición debe hacer su trabajo. Es decir, tutelar la acción de gobierno y ejercer de oposición constructiva y atenta, pero no a cualquier precio y con cualquier estilo. Creo que nunca se debe entrar en el campo de las calumnias, las acusaciones infundadas, o las difamaciones,… en definitiva en el estilo, chulesco y barriobajero que muchos practican.
En todo este escenario hemos llegado al punto que parece que tienen más razón el que más chilla, el que más acusa, que no, en cambio, el que recibe las acusaciones, o el que se defiende.
Todo esto es perverso, particularmente cuando el que acusa lo hace gratuitamente, sin pruebas y el que se defiende de las acusaciones, -como es mi caso- lo hace dando su palabra, reiterando su inocencia y poniéndome a disposición de todo el mundo para que se sepa todo lo que se deba saber. Pero esta disponibilidad pasa desapercibida. Los que vienen utilizando el estilo Belén Esteban no sólo se degradan a sí mismo, sino que emponzoñan la dinámica política, con unos objetivos electoralistas, o de proyección personal. Nada nuevo.
Tal y como cito en otro foro, ante todo esto, intento mantener una actitud estoica, porque como apuntaba esa escuela de pensamiento filosófico todo lo que pasa, ocurre necesariamente.