divendres, 12 de març del 2010

El país se ha hecho grande, pero…

Es de todos sabido que la distancia física genera un mayor ángulo de visión, una mejor panorámica. Desde lejos, vemos más cosas y el movimiento se percibe mejor. En escenarios amplios los actores y figurantes configuran un cuadro mayor. Cuando viajas y contrastas, experimentas mejor la perspectiva que tienes de tu vida diaria, de tu cotidianidad, de tu país.
Hace unos días pudimos visitar la ciudad-estado de Hamburgo, la más rica de Alemania, para conocer y observar in situ soluciones a problemas metropolitanos. Coincidió la visita con el temporal de nieve de los pasados días en Catalunya. Esa distancia ha hecho que muchos alcaldes y alcaldesas que coincidimos en Alemania intercambiásemos opiniones que ahora quiero compartir en este blog.
La primera reflexión cuando observas Catalunya desde lejos es que el país, casi sin darnos cuenta, se ha hecho grande. Ha crecido no sólo en población, sino que han crecido nuestras necesidades: requerimos, sobre todo, más energía, más agua, más infraestructuras y más recursos para mantener la población y nuestro estilo de vida.
La segunda reflexión que te viene a la cabeza es que aunque el país se he hecho grande, no todos los partidos parecen que han madurado de igual forma. Podemos decir, grosso modo, que los partidos grandes, frecuentemente, manifiestan un mayor nivel de responsabilidad institucional, en cambio, los pequeños quizá no tanta. Me explico. En la ciudad-estado de Hamburgo, en mayo de 2008 se configuró un gobierno atípico, liderado por los Verdes y los conservadores de la CDU de Angela Merkel. La anécdota viene al caso, porque los Verdes asumieron importantes responsabilidades de gobierno, de forma valiente y comprometida. La gestión de los residuos, la energía atómica o las incineradoras no son anatemas en el ideario del ecosocialista en la ciudad hanseática alemana. Asumieron compartir el gobierno de forma responsable.
Aquí, en Catalunya, cuando, desde la distancia los ves todo, perciben que las diferencias si no abismales, son muy evidentes. Por ejemplo, en más de una ocasión IC-V en el gobierno de la Generalitat parece que ejerce más de oposición que no de gobierno. En Catalunya temas como la línea de Muy Alta Tensión, el cuarto cinturón, el túnel de Horta, o las nucleares son tabú para los ecosocialistas de Saura y Herrera. En cierta manera, parecen que siguen anclados en los discursos ideológicos de oposición de los años ochenta.
Estoy de acuerdo que si Girona se ha quedado a oscuras durante tantos días por el temporal de nieve, Red Eléctrica y FECSA-Endesa deben rendir cuentas, pero también aquellos partidos que como IC-V no dieron apoyo al tema de la línea MAT.
En la ciudad-estado de Hamburgo, los Verdes están de acuerdo en dar respuesta positiva a los grandes temas de estado: la incineración de residuos, la necesidad de energía, las infraestructuras... En uno de los encuentros institucionales que tuvimos con ellos alguien les preguntó que cómo consiguen el consenso en temas de trascendencia. A lo que un responsable de los Verdes respondió de forma muy inteligente, que si no hay disenso, hay consenso. Aquí no funciona así. Por una cosa u otra parece que siempre hay disenso, y si no lo hay lo inventamos para sacar perfil político. El resultado es mucho debate ideológico, pero poca acción de gobierno por los palos a las ruedas de algunos partidos que se han visto de hoy para mañana con responsabilidades de gobierno, pero sin experiencia en la responsabilidad.
Los grandes temas del país deben pactarse de forma responsable. Hay muchos temas pendientes, nacionales e internacionales, que tienen trascendencia y requieren responsabilidad, y van desde la presencia o no de soldados españoles en conflictos internacionales, hasta debates sobre el modelo productivo del país o las necesidades de nuevas infraestructuras o de energía.
Como decía al principio, el país se ha hecho grande, pero parece que no todos los partidos han crecido igual.