Los presupuestos anuales configuran las líneas estratégicas de un gobierno. Establecen prioridades y determinan acciones. Definen una dirección y se dirigen hacia ella. Los presupuestos refuerzan la inversión en determinadas áreas, se mantienen en unas y retroceden en otras. Y también renuevan liderazgos.
Cuando el 8 de enero pasado el pleno del Ayuntamiento aprobó los presupuestos para 2010 se estaba haciendo mucho más que aprobar las cuentas públicas. Se estaba dando luz verde a la acción política del gobierno municipal hacia un rumbo muy claro: reforzar la atención a las personas y la política territorial, bajo el prisma de aumentar la proximidad y la respuesta del ayuntamiento.
La situación económica que estamos atravesando nos recomienda redefinir las prioridades que se establecieron al principio de la legislatura y renovar liderazgos y activar nuevas acciones de gobierno. Siempre he sido muy exigente conmigo mismo, y con los que trabajan a mi lado en el proyecto de ciudad. La misma exigencia y dedicación que yo tengo también la exijo a mi equipo, y aquel que ni se exige, ni se dedica, pierde la confianza de su entorno.
Como alcalde de Montcada i Reixac, con fecha de hoy y con el acuerdo del gobierno municipal que presido, he dado indicaciones para modificar el cartapacio municipal. Jordi Climent, hasta ahora concejal de Política Territorial, deja el cargo y lo substituye Sergio Hermoso, que al asumir la dirección de toda el área territorial incorpora nuevas responsabilidades a las que venía desempañando en Servicios municipales.
También, y de acuerdo con el objetivo marcado en el pleno extraordinario de los presupuestos municipales para 2010, y con la finalidad de reforzar las políticas sociales, he firmado el decreto de Alcaldia para determinar que la presidenta del Área Social, Ana Rivas, amplíe su dedicación política y fortalecer las políticas de atención a las personas.
Soy consciente que la actual situación económica está castigando seriamente a muchas personas. También sabemos que el combate será largo contra la desafección, la falta de esperanza de muchos ciudadanos y el desánimo de los más vulnerables. No queremos que ningún ciudadano quede fuera de juego. No deseamos que las empresas se contraigan o que los comerciantes no renueven su ilusión. En este contexto, es necesario actualizar liderazgos para mantener vivas ilusiones y aumentar la capacidad de respuesta a las demandas de nuestra sociedad.
Con los nuevos cambios en el gobierno municipal, pretendo, sobre todo, renovar el liderazgo político, y acercarnos con más fuerza que nunca a la sociedad. Hay que dedicar el máximo volumen de recursos y servicios a los colectivos más distantes, a los más vulnerables y recobrar la confianza en el futuro.
Con el nuevo objetivo que nos hemos marcado, desde el gobierno municipal, cuento con todo el mundo. Los que juegan en primera línea, los que están en segunda línea y los que están en tercera. Aún así, sabemos que todo el mundo es necesario y nadie es imprescindible. Con un símil futbolístico, diría que los que están en el banquillo cuentan, y los que esperan su oportunidad también. Los jugadores que salen, y los que entran, contribuyen todos con su esfuerzo a que el equipo trabaje junto, con un mismo objetivo, con ilusión y entrega.
En política los proyectos políticos están liderados por personas, pero también trascienden a ellas. La acción política, encarna principios y valores. Llevamos a cabo nuestra acción de gobierno durante un espacio de tiempo y, llegado el momento, damos el relevo a los más jóvenes, a la nueva savia. Unos entran al campo de juego y otros salen, pero todos cumplen su función dentro del equipo, con los colores de la camiseta del partido.
Los socialistas y las socialistas sabemos que la renovación es positiva, necesaria y conveniente. Los dos regidores que refuerzan su peso político en el equipo de gobierno cuentan con mi total confianza. Tanto la presidenta del Área Social, Ana Rivas, como Sergio Hermoso, que ya en la legislatura anterior fue presidente del Área de Política Territorial, son concejales con una larga experiencia en la acción de gobierno.
Todo el equipo contribuirá, como uno sólo, a liderar este final de legislatura con una ilusión renovada, con ganas, preparación y capacidad para responder a los retos. No queremos que ningún ciudadano quede fuera de juego y trabajemos con este objetivo.
Siguiendo con el símil futbolístico, los jugadores, cuando salen al campo, deben sudar la camiseta, deben lucir con orgullo los colores del equipo, deben tener espíritu de sacrificio, saber el papel que cumplen, luchar por el equipo. No vale especular con el resultado. Los que no sudan la camiseta, o los que van a rebufo, no contribuyen a la mejora, y los que no contribuyen, restan, cargan en el resto del grupo su inacción y pierden la confianza del cuerpo técnico, de los aficionados y, en el fondo, de todo el mundo.