
Parto de la base que los medios de comunicación no construyen su discurso al margen de la sociedad. Aquel aforismo repetido hasta la saciedad en las facultades de periodismo de que noticia es que un niño muerda a un perro y no al revés, enmarca el debate. Lo noticiable es lo excepcional y no lo cotidiano, y a partir de aquí los medios tiendan a amplificar el impacto de los hechos. Cualquier cosa es buena si llama nuestra atención, sorprendiéndonos, indignándonos o conmoviéndonos. Mi primera sugerencia en todo este marasmo de información es que hay que saber quien hay detrás del los medios. Ello te prepara para saber quien dispara la noticia, hacia dónde y con que munición. Es imprescindible saber quién está suministrando la información. Segunda sugerencia, hay que saber ver el color con el que se pintan los hechos. Todo el mundo tendemos a pintar los hechos del color de nuestros intereses, los medios de comunicación, los primeros. No son neutrales, no hay que olvidarlo. Nadie es neutral. Tercera sugerencia, los opinadores van en aumento, muchos son buenos y serios, los mas no, sino malabaristas de la palabra, encantadores de serpientes a sueldo del que les paga, monos de feria que saltan al son que tocan.
Mí único consejo es que hay que acostumbrarse a leer, ver y escuchar con una cierta incredulidad, con una sana crítica y una buena distancia afectiva. Creo que si tenemos presente todo esto, en definitiva, si conocemos como son y cómo funcionan los medios, quien hay detrás, y con que fines, su influencia sobre nosotros se reducirá, cuestión que contribuirá a hacernos un poquito más libres.