dilluns, 23 de març del 2009

La seguridad vial y los accidentes de circulación

Hasta hace relativamente poco, leer en la prensa que el fin de semana se había cobrado 30 o 40 muertos en las carreteras parecía relativamente normal. Prácticamente, todo el mundo relacionaba esta cifra de muertos y heridos como un coste fijo asociado a la conducción. Afortunadamente, las cosas están cambiando. La Administración, la propia industria automovilística y la mayor consciencia ciudadana y de conductores están contribuyendo en la reducción de la cifra de muertos y heridos en la carretera. En esta línea, recientemente se ha celebrado en el Congreso de los Diputados la I Jornada parlamentaria sobre seguridad vial. Organizada por la Comisión de Seguridad Vial y la participación de diversos diputados, entre ellos el diputado del PSC Joan Carles Corcuera, portavoz de la Comisión de Seguridad Vial del Grupo Parlamentario Socialista, el objetivo principal de la Jornada era reflexionar acerca de la importante repercusión que sobre la seguridad de los conductores y peatones tienen los avances tecnológicos y el I+D+i aplicados a la industria automovilística y a la industria auxiliar de este sector.
La Jornada se inauguró por el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba que celebró durante su intervención la implicación de la industria automovilística en seguridad vial y se mostró satisfecho por la reducción de las muertes en carretera en lo que va de año. Fue clausurada por la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, que en su intervención defendió la importancia de mejorar la capacidad tecnológica en el mundo de la automoción y destacó que la seguridad vial es uno de los sectores que pueden protagonizar el esfuerzo de innovación + desarrollo + innovación.
Como alcalde de una ciudad que acoge importantes empresas automovilísticas como Nissan, y otras muchas auxiliares, fui invitado a participar. Desafortunadamente, desde Montcada i Reixac, como tantos municipios con carreteras que cruzan la trama urbana, hemos asistido a muchas muertes y heridos en accidentes de tránsito. Sólo hay que recordar cómo uno de los puntos negros de la C-17, en el Km. 10 en su paso por la ciudad, se cobraba continuamente víctimas, hasta que intervinimos instalando una medianera. Ciertamente, la responsabilidad no sólo es de la Administración sino de todos los agentes implicados: la industria, los conductores, los peatones, la escuela, las familias en la educación de sus hijos e hijas…
No obstante, la Administración está liderando una lucha sin tregua para reducir las muertes por accidentes. La Generalitat de Catalunya está llevando a cabo una política de velocidad variable en las áreas metropolitanas que está permitiendo no sólo la reducción de accidentes y víctimas, sino también la reducción de la contaminación atmosférica.
Desde los ayuntamientos tenemos que conseguir que los espacios públicos no estén solamente al servicio de los vehículos, sino de los ciudadanos en su integridad, y hacer del espacio público espacios compartidos, pacificar el tránsito y la velocidad. Nuestra responsabilidad actúa en tres frentes: la movilidad sostenible, el uso del transporte público y la educación viaria en escuelas, familias y conductores. El objetivo no es otro que el de humanizar nuestras ciudades, reducir el impacto siniestro de los accidentes de circulación, seguir trabajando para reducir el número de víctimas, y aumentar la seguridad vial.