Ha llegado el mes de agosto, las vacaciones para muchos, y me pregunto si existe el paréntesis vacacional. La percepción general es que las vacaciones son un paréntesis en la vida de las personas, pero yo creo que no es así, o al menos con la intensidad como nos lo venden los medios de comunicación. De igual manera que las personas no desconectan, no se apagan, cuando duermen, tampoco desconectamos automáticamente cuando estamos ausentes del lugar de trabajo, o del barrio por un tiempo prolongado, en vacaciones.
Con frecuencia se asocia la distancia física con la distancia emocional y sabemos que no es así. Tú puedes estar en Nueva Zelanda y tener la cabeza dando vueltas a temas locales. Hay muchas variables que influyen en todo ello: el grado de responsabilidad de tu trabajo, tu sensibilidad y preocupación por temas tan diversos cómo los incendios forestales, los accidentes de tráfico, la tasa de paro, o la contaminación. Y la intensidad de esas preocupaciones aumenta cuando tus allegados, tu familia, tus amigos o los vecinos, son los que se ven afectados por esos temas. Y si eres cargo electo, con responsabilidad de gobierno, y crees en lo que haces, ni te explico! Si cualquier alcalde o alcaldesa no desconecta nunca –doy fe de ello– , sea cual sea su color político, porque se es alcalde durante las 24 horas del día, y durante 365 días al año, ¿qué no pasará por la cabeza de otras personas con más responsabilidades políticas? Estoy pensando en presidentes de comunidades autónomas, o en el presidente del gobierno, o en los ministros. Yo creo que es todos estos casos, aunque estés en bañador, no hay vacaciones. Hay una cierta distancia física del lugar de trabajo y una agenda más liberada, pero no existe la desconexión automática. Las personas con estas responsabilidades no pueden, ni deben desconcertar, pero debemos contribuir a que el resto lo haga. Nuestra función es como la de aquellos viejos fareros que hacían que el faro no deje de iluminar, que la maquinaria funcionase, y que lo haga durante las 24 horas del día.
Durante estos días de vacaciones, dispondremos de más tiempo para leer, para compartir, para descansar, pero seguiremos mirando por el rabillo del ojo todo aquello que nos importa, que nos interesa, seguiremos mirando lo que sucede a nuestro alrededor, porque como decía aquel, lo ajeno nos interesa y son muchas las cosas que nos importan. Descansemos lo que podamos y compartamos lo poco o mucho que tengamos, estemos donde estemos. Yo, por ahora, dejaré unos días de alimentar el blog, pero seguiré pensando en temas para la vuelta. Felices vacaciones!